¿Por qué el frío nos hace comer más?
25 Mar 2022

¿Por qué el frío nos hace comer más?

¿Por qué el frío nos hace comer más?

Aunque no lo creas, una de las formas más efectivas para evitar comer más es mantenerse ocupado. Muchas veces comemos por aburrimiento, mientras que si estamos entretenidos nos olvidamos de ello
 

Cuando llega el frío del otoño pareciera que el cuerpo no pide comer más. Nos olvidamos de la dieta y nos provoca algo más fuerte, calórico y caliente.

Esta necesidad de comer mucho continúa durante el invierno y recién merma cuando las temperaturas primaverales aumentan. ¿Por qué el frío nos hace comer más?

 

La necesidad de ingerir más alimentos no se debe solo a que estamos aburridos, sino a que el cuerpo precisa más calorías para calentarse, entre otros motivos.

Podemos pensar que el problema es “del frío”, pero esa tampoco es la única causa de nuestras ganas de comer más en invierno.

¿Cómo nos afecta el frío?

Es verdad que el descenso de temperatura cambia nuestros hábitos pero una gran parte de las necesidades orgánicas cambian con el paso de las estaciones.

Para comenzar, debemos tener en cuenta que la luz natural en otoño e invierno es menor que en primavera y verano. Los días son más cortos y más grises.

¿Qué provoca eso en nuestro cuerpo? Un aumento en la producción de la hormona melatonina, encargada de disminuir la temperatura corporal y, por ende, aumentar la necesidad de consumir más calorías.

Un estudio realizado en Canadá con personas y animales, descubrió que el invierno cambia el funcionamiento de hormonas que afectan el apetito, como los glucocorticoides
 

De esta manera el metabolismo se regula y se mantiene en los 37 °C normales.

Ya que tanto la temperatura corporal como la ambiental descienden, el efecto es doble.

Esta puede ser una de las razones por las cuales, por ejemplo, cuando hace frío nos decidimos por cosas dulces como pasteles o bollería.
 

El cuerpo nos pide más comida para no sufrir hipotermia, aunque en realidad estemos bien abrigados o frente a la calefacción.

Las emociones invernales nos hacen comer más

La inactividad nos conduce a ingerir más alimentos. Como hace frío es difícil que elijamos una fruta o una ensalada. Preferimos un cocido, un café con leche o un pastel con chocolate.

Otra cuestión que debemos considerar es el hecho de que en invierno sufrimos lo que se conoce como trastorno afectivo estacional.

No poder salir con amigos, ver que llueve o nieva, estar encerrados en casa, deriva en un sentimiento de angustia o de nostalgia.

 

Al parecer, esto solo se disipa comiendo y, por supuesto, mejor buscamos alimentos grasosos, azucarados o fritos.

¿Cómo evitar comer más cuando hace frío?

 

No podemos hacer nada por cambiar las estaciones, pero sí la forma cómo las asumimos.

Calefaccionar bien el hogar o abrigarnos mejor puede ayudar a evitar las ansias por comer más por el frío.

 

La nutricionista Lisa Young estima que en invierno se bebe menos agua, y eso también nos hace ingerir más alimentos, por eso recomienda beber bebidas calientes, como té o agua con limón.