NOTIFICACIÓN PARA EL OLVIDADIZO EXISTENCIAL
Hoy, en el gimnasio, alguien dejó sus llaves.
Un manojo de metales inútiles sin su amo.
Una alegoría perfecta de la mente vacía: fuerte por fuera, pero con puertas que ya no sabe abrir.
Tal vez no las perdiste.
Tal vez simplemente las abandonaste, como abandonás la técnica en la tercera repetición.
Están acá. Inmutables.
Esperando que el cuerpo regrese a recoger lo que la mente olvidó.
Como dijo Borges: “Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes…”
Pero bueno… ni eso pudiste retener.
PD: el llavero de Club Morón no conmueve. Ni siquiera a Kafka. Vení y rogá perdón.
“Porque la vida no se guarda… se gasta. Y en Tauros, la gastamos bien.”
Ajustamos precios. Seguimos siendo más baratos que terapia.