¿Cómo tiene que ser una clase de Pilates? En este artículo te contamos todos los secretos de una de las formas de entrenamiento más utilizada actualmente. 

El Pilates se ha convertido en una práctica esencial en el mundo del fitness, aportando no solo una forma de ejercicio físico, sino también una filosofía de bienestar integral. En el contexto acondicionamiento físico, sus clases destacan por su enfoque único en la conexión mente-cuerpo y el fortalecimiento funcional. Desde su creación por Joseph Pilates en la década de 1920, esta disciplina ha evolucionado y se ha ganado una reputación por mejorar la fuerza, la flexibilidad y la conciencia corporal. Esta actividad va más allá de simplemente realizar ejercicios; es un viaje hacia la mejora de la salud física y mental.

En Crossfy Blog ya estuvimos contándote cuáles son los distintos tipos de Pilates, y cómo funciona la cama de esta disciplina. Para seguir creciendo junto a vos y tu negocio, en este artículo exploraremos los componentes clave de una clase de Pilates, desde los ejercicios fundamentales hasta los beneficios que puede aportar a quienes participan en ella. ¡Empecemos!

¿Qué se hace en clase de Pilates?

Repasemos un poco entonces cuáles son los principios fundamentales de Pilates, las palabras y conceptos más utilizados:

Centro o Núcleo (Core): El núcleo es el epicentro de la práctica. Se trabaja en fortalecer los músculos abdominales profundos, la espalda baja y los glúteos para mejorar la estabilidad y la postura.

Control: Cada movimiento se realiza con precisión y control. La calidad del movimiento es prioritaria sobre la cantidad, fomentando una mayor conciencia corporal.

Concentración: La atención mental es clave. Los participantes se centran en la ejecución correcta de cada ejercicio, manteniendo la mente presente en el momento y en su conexión con el cuerpo.

Precisión: Como decíamos, cada movimiento tiene un propósito específico. La precisión en la ejecución de los ejercicios es esencial para obtener los máximos beneficios.

Fluidez: Los movimientos deben ser fluidos y sin brusquedades. Se busca la transición suave entre los ejercicios, promoviendo la armonía y la elegancia en el movimiento.

Para tener en cuenta: el núcleo es el corazón de la práctica de Pilates. Al fortalecer los músculos centrales, se mejora la estabilidad, se reduce el riesgo de lesiones y se promueve una postura saludable. En las clases se enfatiza la resistencia muscular para lograr un acondicionamiento integral del cuerpo, permitiendo a los participantes enfrentar sus desafíos físicos con mayor facilidad y confianza.

¿Cómo es una clase de Pilates?

En una clase típica de Pilates, los participantes se reúnen en un entorno tranquilo y enfocado, opcionalmente con música suave de fondo para crear una atmósfera relajante. La sesión comienza con una fase de calentamiento que incluye ejercicios suaves para preparar el cuerpo y la mente para el trabajo más intenso por venir.

Una vez que todos están preparados, el/la instructor/a guía a los participantes a través de una serie de ejercicios diseñados para fortalecer el núcleo, mejorar la flexibilidad y promover la alineación adecuada del cuerpo. Estos ejercicios pueden realizarse en colchonetas en el suelo o utilizando equipos especializados como reformadores y camas de Pilates.

Durante la clase, se hace hincapié en la respiración adecuada y la técnica precisa de cada movimiento. Los participantes trabajan con el instructor, quien proporciona correcciones y modificaciones según sea necesario para adaptarse a las necesidades individuales. A medida que la clase avanza, se alternan ejercicios que desafían diferentes grupos musculares, mientras se mantiene un enfoque constante en la conexión mente-cuerpo. La sesión culmina con una fase de enfriamiento y estiramiento para ayudar a relajar los músculos y promover la recuperación.

Como vemos entonces, una clase de Pilates es una experiencia guiada y centrada en fortalecer el cuerpo, mejorar la flexibilidad y promover el bienestar físico y mental a través de movimientos precisos y controlados.

¿Cuánto tiempo debe durar una clase de Pilates?

Las clases de Pilates varían en duración, pero típicamente se sitúan en el rango de 45 minutos a una hora. Este tiempo es suficiente para abordar los principios fundamentales, realizar una serie de ejercicios que trabajen diferentes áreas del cuerpo y permitir la transición fluida entre ellos. Una duración estándar ofrece el equilibrio adecuado entre abordar los aspectos clave del método y mantener la atención y energía de los participantes.

En algunos casos, especialmente en clases diseñadas para niveles más avanzados, la duración puede extenderse a 75 minutos o incluso más. Esto permite explorar ejercicios más avanzados, dedicar más tiempo a la corrección de la técnica y proporcionar una experiencia más completa para aquellos que buscan un desafío adicional.

Aunque el Pilates es conocido por su enfoque constante en el movimiento controlado y fluido, también reconoce la importancia del tiempo de recuperación. Pausas breves entre ejercicios permiten a los participantes recuperarse, respirar profundamente y prepararse para el próximo conjunto de movimientos. La recuperación no solo se trata de descansar físicamente, sino también de recuperarse mentalmente. Estos breves momentos de pausa ofrecen la oportunidad de enfocarse, ajustar la postura y alinear la respiración antes de abordar el siguiente ejercicio. Esto contribuye a mejorar la calidad del movimiento y a prevenir lesiones al permitir que el cuerpo y la mente se mantengan en sintonía durante toda la clase.

La duración estándar de una clase de Pilates, entonces, proporciona el tiempo necesario para abordar los fundamentos y experimentar los beneficios, mientras que las pausas estratégicas y el tiempo de recuperación garantizan una práctica segura y efectiva. Beneficios de las clases de Pilates

La inclusión de clases de Pilates no solo diversificará la oferta de entrenamiento, sino que también brindará a tus socios la posibilidad de conectar cuerpo y mente. La combinación de fortalecimiento físico, flexibilidad y enfoque mental hace de este método una adición valiosa a cualquier programa de fitness. Si tenés un gimnasio y querés sumar alguna nueva actividad, este método es una buena forma de seguir creciendo. Y si necesitas una app para tu box, que te resuelva desde la administración hasta turnos para tus socios, Crossfy es para vos. ¡Hasta la próxima!