Qué empleados necesita un estudio de Pilates según su tamaño, estructura y servicios. Roles clave, consejos y organización.
Para los propietarias de estudios de Pilates, comprender qué empleadas tienen que tener en su espacio es clave para poder crecer. En Crossfy Blog ya estuvimos analizando las marcas de camas de pilates, te contamos cómo crear una comunidad entre tus socios y socias, y te contamos qué partes del cuerpo trabaja el entrenamiento de pilates, entre otros artículos pensados para que sigas creciendo en tu espacio de fitness. Hoy, queremos que sigas creciendo con tu equipo. ¡Empecemos!
Cuando se piensa en abrir o profesionalizar un estudio de Pilates, es común enfocarse únicamente en contar con buenos instructores. Sin embargo, el éxito sostenido de un espacio de este tipo requiere un equipo más amplio y coordinado, donde cada rol cumple una función específica para mejorar la experiencia del cliente y optimizar el funcionamiento del negocio.
El pilar fundamental, claro está, son las instructoras certificadas. Su formación y estilo de enseñanza impactan directamente en la calidad de las clases y en la fidelización de los alumnos. Idealmente, deben tener conocimientos en diferentes estilos (mat, reformer, prenatal, etc.) y contar con habilidades comunicativas y de contención.
Junto a ellos, es clave contar con una persona administrativa o recepcionista. Este perfil se encarga de la atención inicial, responder consultas, tomar reservas, gestionar pagos y ser el primer punto de contacto con quienes llegan al estudio. Una buena recepción transmite orden, profesionalismo y confianza, y permite que los instructores se enfoquen 100% en la clase.
Otro rol que no siempre se considera en estudios pequeños, pero que marca una gran diferencia, es el de limpieza y mantenimiento. Ya sea un empleado dedicado o alguien externo contratado por horas, garantizar un espacio limpio, ventilado y con los elementos en condiciones no solo es una cuestión sanitaria, sino también de imagen. En disciplinas como Pilates, donde se trabaja descalzo y sobre colchonetas o camas, este punto es especialmente sensible para los alumnos.
Contar con estos perfiles no implica armar un gran equipo desde el inicio, sino identificar las funciones necesarias y cubrirlas de forma escalable, según el modelo y recursos del estudio. Un equipo bien definido, aunque sea pequeño, genera confianza, orden y una propuesta clara que los alumnos perciben desde el primer día.
Cómo definir tu equipo según el tamaño y modelo de tu estudio
No todos los estudios de Pilates necesitan la misma estructura de personal. Definir qué empleados sumar depende en gran medida del tamaño físico del lugar, la cantidad de alumnos y el tipo de servicios que se ofrecen. Lo importante es entender que se puede comenzar de forma simple y escalar progresivamente, sin perder eficiencia ni calidad.
En un estudio chico (una sala, clases individuales o grupales reducidas, manejo directo por parte del instructor), muchas tareas recaen sobre una misma persona. Aquí lo fundamental es organizar el tiempo con precisión: dar clases, gestionar turnos, atender consultas y mantener el espacio en condiciones. En esta etapa, el uso de herramientas digitales es clave para automatizar tareas y proyectar crecimiento.
Un estudio mediano (con una agenda más cargada, variedad de horarios o instructores rotativos) ya requiere separar funciones. Una estructura mínima viable puede incluir:
- 1 a 2 instructores que roten o trabajen en paralelo
- Un perfil administrativo part-time o remoto
- Apoyo puntual para limpieza, aunque sea por horas
Este formato permite sumar más alumnos sin perder orden ni calidad. Además, habilita ofrecer clases específicas (reformer, prenatal, postural) sin saturar al mismo instructor.
En cambio, un estudio grande o con múltiples salas debe funcionar como una pequeña empresa. Requiere mayor especialización y delegación de roles. Un equipo base puede incluir:
- Varios instructores con diferentes especializaciones
- Recepcionista o coordinador de atención al cliente
- Responsable de limpieza con cronograma fijo
- Apoyo técnico o de marketing para contenidos y redes
- Eventualmente, un coordinador general o responsable operativo
Este tipo de estructura permite ofrecer clases simultáneas, talleres, membresías diferenciadas y hasta sesiones online, siempre con una atención profesional y constante.
El secreto no está en la cantidad de personas contratadas, sino en asignar funciones claras según el momento del estudio y su modelo de negocio. Un equipo proporcional y bien organizado permite crecer de forma sustentable, evitar el desgaste y brindar una experiencia coherente para cada alumno.
Recomendaciones contratar empleados en un estudio de pilates
Contar con un buen equipo no solo implica cubrir funciones, sino elegir personas que compartan la visión del estudio, se comprometan con su rol y aporten valor en el día a día. La calidad humana y técnica del equipo impacta directamente en la experiencia de los alumnos y en la estabilidad del negocio. Por eso, el proceso de selección, formación y fidelización del personal merece una mirada estratégica.
A la hora de contratar, lo ideal es buscar más que habilidades técnicas. En instructores, por ejemplo, además del certificado, es importante observar su estilo pedagógico, cómo se vinculan con los alumnos y su capacidad de adaptarse a distintos perfiles. En roles administrativos o de apoyo, priorizá la proactividad, la buena comunicación y la capacidad de trabajo en equipo.
Publicar la búsqueda en grupos específicos de Pilates, redes sociales o bolsas de empleo del rubro puede ayudar a atraer perfiles alineados. Y siempre que sea posible, una entrevista práctica o una clase de prueba puede revelar mucho más que un currículum.
Una vez incorporado el equipo, la capacitación continua es clave. Ofrecer oportunidades de formación interna o facilitar el acceso a cursos externos no solo mejora la calidad del servicio, sino que demuestra interés genuino por el crecimiento del equipo. También es útil generar espacios breves de retroalimentación regular: una charla mensual, reuniones de planificación o instancias para compartir desafíos ayudan a construir una cultura colaborativa.
En cuanto a la retención del talento, un buen clima de trabajo hace la diferencia. Escuchar sugerencias, reconocer el esfuerzo y fomentar el equilibrio entre profesionalismo y bienestar genera compromiso y reduce la rotación. No se trata solo de salario, sino de sentirse valorado y parte de un proyecto con propósito.
Para facilitar la gestión diaria del equipo, herramientas como Crossfy pueden ser de gran ayuda. Con esta app es posible organizar los turnos de clases, asignar instructores, evitar superposiciones y comunicar cambios de forma centralizada. Esto no solo reduce errores, sino que mejora la organización interna y libera tiempo para enfocarse en lo importante: enseñar y crecer.
Planificar con conciencia qué perfiles necesitás, según el tamaño, modelo y objetivos de tu espacio, es el primer paso para mejorar la gestión interna. A veces, una sola incorporación estratégica puede descomprimir el trabajo del instructor, mejorar la atención al cliente o hacer que las clases fluyan con más orden. Otras veces, la clave está en capacitar a quienes ya forman parte, reorganizar tareas o simplemente darle forma a procesos que hasta ahora se resolvían de manera informal.
Además de sumar empleados a tu espacio, recordá que si estás necesitando una aplicación para que tu estudio siga creciendo, Crossfy es lo que estás buscando. ¡Hasta la próxima!