Entrenar cualquier disciplina nos hace bien al cuerpo, y a la mente. Sea Crossfit, yoga, pilates, funcional, musculación, o algún deporte en equipo. Reservaste turno en la aplicación Crossfy de tu gimnasio, y allá vas. A cortar el día. Desde que tomás la decisión la cabeza ya sabe que, en algún momento, vas a dejar de hacer lo que estás haciendo, y te vas a preparar para ir al gimnasio. Hoy vas a ir a entrenar. Entonces preparas la ropa. Ahí ya empezás a desconectar un poco de las responsabilidades. Sea mucho o poco lo que tengas para elegir, ya te predispone distinto. Vas a tener puesto otra cosa que lo que tenías puesto. Físicamente, ya vas entrando en clima. Ya hay un primer cambio. Si bien en la cabeza aún tenés las preocupaciones del día, del trabajo, la familia, de lo que aún no hiciste de tu casa, sabés que podés dejar todo eso por un rato, en la puerta. 

Entrás, luces fuertes, activas. Algo de música. Grupo social distinto. No son compañeros de trabajo, no son amigos de la vida. Son personas que ves siempre vestidas de ropa deportiva. Cortos, remera, alguna musculosa. El paisaje es distinto a lo que ves todo el día. Zapatillas deportivas. Eso te sigue predisponiendo. Los colores de la ropa, variados, llamativos, y hasta fluorescentes, te ayudan a desconectar. Ves tu rutina, lo que tenés que hacer. Planificas, empezás a calentar. Hasta que llega el momento de arrancar más fuerte. Ya sabés lo que tenés que hacer. Por una hora, hora y media, lo que elijas entrenar, tu cabeza puede ir simplemente de una repetición a la otra, sin la necesidad de pensar en más cosas. Voy a hacer un ejercicio, diez repeticiones, y voy a parar. La cabeza va desde la repetición 1 hasta la 10. 

En el medio del proceso, te vas oxigenando, y liberas endorfinas. La sangre corre, tenés mejor circulación, tu cuerpo fluye con el espacio en el cual estás. De repente sentís que la cabeza se va despejando de todo lo que llevas encima del día. Ahí, en ese momento, quizás te vino un pensamiento, una idea. ¿Por qué si estuve pensando en esto todo el día, y no lo pude solucionar, ahora se destraba? Este pensamiento nuevo, ¿de dónde sale? Justo ahora que vine a desconectar. 

Pero sabés que es justamente por eso. Es porque desconectaste, porque la cabeza te trabaja de forma distinta cuando estás haciendo ejercicio. Porque la cabeza funciona mejor cuando tu cuerpo se mueve, mejor que cuando estás sentado concentrado intentando resolver algo. Y eso que no podías resolver, también lo empezaste a ver desde más lejos. Elevado. Con más panorama de todo el contexto. 

Paras un poco. Te vas a hidratar. Hablás con algún compañero, con alguna compañera. Nada de trabajo, nada de obligaciones. Quizás puede ser algo del día, o simplemente del ejercicio, de algo que no te termina de salir, y pedís algún consejo. Quizás hablan del frío que hace, o de tus pocas ganas de ir hoy a entrenar. Que tenías ganas de ver algo en la tele. O quizás es al revés, charlan de las ganas que tenían de ir, estar, entrenar. Moverse. Te trabaja distinta la cabeza después de entrenar. Te activa. Si bien te cansa, al mismo tiempo te activa. Los que tienen la posibilidad de ir a entrenar a la mañana, arrancan el día distinto. Los que cortan al mediodía, antes de almorzar, también hacen la diferencia para todo lo que queda. Y los que cierran el día entrenando, cuando ya pasó todo, llegan para hacer el último esfuerzo. Terminan cansados, pero contentos. Sirve, siempre sirve. Te sigue haciendo bien. Nos sigue preparando para lo que viene. Y lo que viene es mañana. Y mañana, quizás no entrenes. Quizás sea un día normal de trabajo y vuelta a casa. Algunas compras, cocina, y no mucho más. Pero todo lo que entrenamos hoy, la fuerza, el movimiento, todo nos sirve para sentirnos mejor. Ir al gimnasio, activar el cuerpo, movernos, aunque sea un poquito. Entrenar siempre nos hace bien. Y quizás, nos regala una idea nueva, fresca. Una solución.  

Hacer ejercicio trae beneficios que están relacionados con distintas funciones de nuestro cuerpo, y nuestra mente. Ya lo dice la expresión en latín, “mens sana in corpore sano” (mente sana en un cuerpo sano). Por otro lado, mantiene sana nuestra salud cardiovascular, función clave para nuestro cerebro. Hacer ejercicio hace que te olvides de tus problemas, mejora tu autoestima, te baja la ansiedad, tiene efectos antidepresivos, te despierta si haces ejercicio a la mañana, te ayuda a descansar bien por las noches, ayuda a que estés enfocado y a ser disciplinado, y, fundamentalmente, te hace más feliz. 

Empieza la semana. Arranquemos con la cabeza despejada y fresca. ¿Vamos a entrenar?